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IV Semana de las memorias
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Para el segundo semestre del 2015, por iniciativa de algunos estudiantes de grado 11, se propone una discusión alrededor del conflicto social, político, económico y bélico que ha atravesado al país desde hace más de un siglo. El interés tuvo su origen en la clase de ciencia política y la preocupación de los estudiantes - genuina a todas luces -, giraba alrededor de la necesidad de construir escenarios donde las nuevas generaciones entendieran su pasado, preguntaran y propusieran posibilidades de cara al presente.
Tras conocer algunos detalles del origen de la estrategia de la semana de las memorias del proyecto del laboratorio de Derechos Humanos y Ciudadanías, sugieren utilizar dicha plataforma pedagógica para gestar una estrategia donde las narrativas de país pudiesen ser interpretadas, mediadas por múltiples repertorios. ¿Y qué propósito pedagógico puede tener el hacer memoria en un Estado como el nuestro? La tarea consistía en asumir un espacio multidimensional de comprensión de la memoria. La respuesta casi inmediata ante el reto: no existe una memoria estandarizada, una sola memoria de lo que somos como país y ciudadanos. De un mismo asunto hay múltiples narrativas, construcciones de memoria que no son un calco. Sin embargo, existen también múltiples líneas de encuentro donde las historias se cuecen de manera colectiva. La diferencia permite no caer en una lectura blanco y negro de lo que acontece en el país. ¿Qué papel tiene la escuela en la construcción de memorias en Colombia? ¿Qué voces tienen cabida en el diálogo pedagógico alrededor de las memorias? ¿Qué voces se vetan en nuestra democracia? ¿Por qué se vetan? Estas y otras preguntas tienden a complejizarse cuando se ubican en una sola vía de respuesta. Además al hablar del conflicto en el país, que no es uno sino diversos, también tendríamos que entender que la memoria se constituye de una multiplicidad de hechos históricos, políticos, culturales y económicos que nos han interpelado como sujetos en la compleja nación que habitamos.
Programación
IV Semana de las memorias 2018
Bajo dicho andamiaje reflexivo nos dimos a la tarea de configurar la estrategia. Buscamos entonces proponer una indagación, una búsqueda que intente comprender el asunto de las memorias dentro de la complejidad y la riqueza que puede representar el territorio barrial, local y nacional, las personas interpeladas por dichos relatos; segundo, plantear la estrategia como una excusa, un lugar de encuentro: el colegio, sus estudiantes, profesores y la comunidad cercana que por medio del arte, muestras de fotografía, teatro, música, deporte, acciones académicas, el cine, etc., busquen generar reflexiones en torno a la necesidad de recuperar y reconstruir las memorias de un país fragmentado por una diversidad de violencias, entre ellas el olvido sistemático de hechos de la mayor relevancia que afectan el transitar de lo humano. Las memorias deben considerarse un diálogo continuo con la diversidad cultural que nos interpela, con el reconocimiento del otro, conocer y escuchar su voz intentando interpelar nuestra propia narrativa.
Para 2018 la semana tiene como eje temático la relación entre Arte, Memorias y Escuela. Una triada que esperamos nos permita, con la escuela como escenario, descubrir posibilidades que desde el arte se dibujan para interpelar a nuestros ciudadanos en formación. En palabras de Leonor Arfuch:
“En la escritura, en las pantallas -todas ellas-, en los escenarios, en el museo y su ámbitos conexos, en el arte público y la performance callejera. Narrativas cuya diversidad perturba cualquier intento de taxonomía y que quizá por ello resultan el ámbito propicio para dar cuenta de las transformaciones de la subjetividad, las identidades, la memoria y la experiencia individual y colectiva de este tiempo. Es su puesta en forma, que es puesta en sentido, lo que permite articular, en el análisis, su dimensión ética, estética y también política.” (Arfuch, 2013)
Es en esta perspectiva, bajo los ejes anteriormente mencionados que esta semana de las memorias se presenta desde la sinergia de varias organizaciones, colectivos y personas alrededor del arte y las reflexiones de los derechos y las memorias; llevando consigo sus propuestas al colegio, desde él mismo comprender los escenarios que el Laboratorio como proyecto pedagógico quiere compartir con sus estudiantes y de ese modo vincular la escuela en el entramado social crítico que requiere un ciudadano en formación. La semana de las memorias se alza como una apuesta académica, artística y pedagógica que desde el contexto alimenta la escuela, la desestabiliza y asume que puede encontrar caminos alternos para formar ciudadanías críticas inmersas en la escuela pública.